Visión general

Cuando un diente de leche se pierde demasiado pronto, ya sea por un golpe accidental o por caries, el odontopediatra puede recomendar un mantenedor de espacio para evitar futuras pérdidas de espacio y problemas dentales. Los mantenedores de espacio son aparatos de metal o plástico que se adaptan a la boca del niño. Son pequeños y discretos. La mayoría de los niños se adaptan fácilmente a ellos después de los primeros días.

Finalidad de los mantenedores de espacio

Si un diente de leche se pierde demasiado pronto, los dientes contiguos pueden inclinarse o desplazarse hacia el espacio vacío. Los dientes de la otra mandíbula pueden moverse hacia arriba o hacia abajo para rellenar el hueco. Cuando los dientes adyacentes se desplazan hacia el espacio vacío, crean una falta de espacio en la mandíbula para los dientes permanentes. Por lo tanto, los dientes permanentes se apiñan y salen torcidos. Si no se trata, esta afección puede requerir un tratamiento de ortodoncia prolongado.

Los mantenedores de espacio mantienen abierto el espacio vacío dejado por un diente perdido. Sujetan los dientes restantes, impidiendo que se muevan hasta que el diente permanente adopte su posición natural en la mandíbula. Es más asequible y más fácil para su hijo mantener los dientes en posiciones normales con un mantenedor de espacio que volver a colocarlos en su sitio con un tratamiento de ortodoncia.

Cuidado del mantenedor de espacio

Los dentistas pediátricos tienen cuatro reglas para el cuidado de los mantenedores de espacio:

• Evitar los dulces pegajosos o el chicle
• No tire del mantenedor de espacio ni lo empuje con los dedos o la lengua.
• Manténgalo limpio con un cepillado y un uso del hilo dental concienzudos
• Continuar con las visitas regulares al dentista